domingo, 15 de agosto de 2010

O Fabuloso

Pienso en los días, en las horas, en los minutos y (casi) en los segundos que me quedan pasar sin ti para poder verte. Por primera vez, después de tantísimo tiempo. Con otro rostro, otra expresión en los ojos y una boca preciosa. Pienso en los días que tengo que tachar para poder dejar de esperarte y tenerte enfrente y decirte que así, teniéndote, no puedo echarte de menos. Aún así no quiero adelantarme a los hechos, porque quizá cuando nos encontremos, un abrazo bastará y no harán falta más cosas. No vamos a forzar nada, lo sabes, lo sé.

Me conformo con que vengas, que estés, cerca, ahí, a una distancia máxima de dos metros de mis ojos y mis brazos y mis piernas. Podré soñarte igualmente, pero entonces abriré los ojos, y serás real. Estarás. Eso es lo importante (para mí). Puede que no nos besemos, que no nos rocemos o que no tengamos ganas de darnos calor y de robarnos caricias; pero ahora dejo de pensar en eso para concentrarme en que vas a estar. A veces sólo basta la presencia de alguien que es tu mejor medicina para no desear algo más. Aunque te mentiría si no dijera que no he pensado cada noche y cada cuatro segundos en cómo será uno de los tuyos, sí, uno de tus besos.
Tequiero muchisisisi...?

No hay comentarios:

Publicar un comentario